La Clásica: ¿Que Cámara usas?
¿Que camara usas? Si te gusta mínimamente la fotografía, estás cansado la pregunta. Te la hacen tus padres, el listo de tu cuñado, el fotógrafo novato que te sigue en Instagram desde hace 2 días, el fotógrafo con un ego que ni CR7 (que tiene unas fotos horribles, pero pasea con la cámara más cara del mercado)… La cuestión del equipo fotográfico parece ser un asunto de vida o muerte y posiblemente es la pregunta que más se le hace a cualquier fotógrafo, sobre todo a quienes tienen presencia en internet.
Todos nos esforzamos por tener un equipo adecuado, que nos haga felices y nos permita capturar las imágenes que queremos. Yo mismo caigo a veces en esto del cacharreo, aunque no me guste. De todas formas, quiero que quede bien claro que no soy ningún experto en cámaras. Por este motivo, si estás buscando un consejo para comprar una cámara de fotos, te recomiendo que te pases por el canal de YouTube o la web de Photolari, ya que Iker y Álvaro, además de ser muy divertidos, saben mucho sobre cámaras. Te recomiendo especialmente este vídeo, dónde te recomiendan las mejores cámaras por menos de 600 €.
¡La cámara da igual!
Te lo han dicho millón y medio de veces, los has leído otras tantas y lo has escuchado más veces que dólares tiene Jeff Bezos…y aun así, todavía piensas: “si tuviese x cámara, mis fotos serían mejores”. No te sientas mal, nos pasa a muchos; a mí el primero.
En el fondo sabemos que no es así, pero nos cuesta asimilar el concepto. Puedes dar gracias a los genios del marketing que trabajan en las marcas de cámaras. ¡Su trabajo funciona! Pero, te lo repito una vez más:
LA CÁMARA QUE USAS NO DEFINE COMO DE BUEN FOTÓGRAFO ERES
Iré más lejos, no existe la mejor cámara del mundo. Bueno, en realidad sí existe y es esa que tienes en la mano. Lo importante (y más en street photo) es tener una cámara siempre encima que te permita captar esos momentos fugaces que llamamos fotos.
Da igual que esta sea la cámara del teléfono, la vieja cámara de carrete (por supuesto, con el carrete caducado desde hace 10 años) que estaba tirada por la casa familiar, una Leica que te ha costado 2 riñones y medio pulmón, una caja de zapatos con un agujero, el Iphone Pro Mega Max X Fantabulous 4000K o tu simple móvil.
Lo importante al final es que la cámara no es más que una caja oscura que recoge luz y, salvo que vayas a realizar una impresión del tamaño de una fachada o sacar fotografías a un F1 casi cualquier cámara del mercado (y buena parte de los smartphones) es hoy una buena idea para la gran mayoría de géneros y niveles de iniciación o aficionado avanzado. Incluso, me atrevería a decir, que es casi seguro que más de un fotógrafo profesional tenga un equipo mucho menos actualizado que el que te puedas comprar tú.
Tampoco vamos a mentir, una cámara mejor te ofrece más funciones y prestaciones, pero en muchas ocasiones no importan realmente. Al final, las funcionalidades que utilizarás en el día a día son un 20% de las que dispone tu cámara.
¡Ah! Y por cierto, no te olvides de que a día de hoy hay más gente ganándose la vida gracias a tener un teléfono con una cámara decente que la última cámara del mercado. Pero, esto queda para otra historia… si te parece interesante, házmelo saber.
No es ¿que cámara usas?, es el objetivo
Si hay algo que define de verdad el resultado de una foto, además de tu habilidad a la hora de exponer y componer, es el objetivo que tu cámara equipa. Aunque esto se olvida muy fácilmente en medio de la actual locura de lanzamientos continuos de cuerpos que crecen como setas. Al final, es la lente la que realmente influye la calidad de tus fotografías. Una buena lente, con un cristal de calidad es la clave para lograr fotos más nítidas, con menos aberraciones ópticas y cromáticas, mayor nitidez, un enfoque más exacto y rápido…
Sé que también es bastante tópico, pero te repito el consejo típico: antes de comprar una cámara plantéate seriamente mejorar los objetivos que tienes para ella, es posible que logres mejorar tus imágenes lo suficiente como para evitar que tengas que comprar otro cuerpo y, a la larga, el objetivo es una mejor inversión porque su duración mayor y pierde menos valor.
¿Cuál es mi equipo Fotográfico?
Muy bien Javi ¡ya me has soltado el rollo que suelta todo el mundo! y no has dicho nada nuevo. ¿Me vas a contar algo que me interese de una vez o cierro esto de una vez y me voy a hacer algo más interesante con mi atención?
Vale, pongamos que todavía sigues aquí, que no te has cansado y cerrado el post. Te voy a demostrar de verdad que casi cualquier cámara del mercado te sirve. Te voy a contar cual es mi equipo fotográfico a día de hoy:
Mi cámara
Ahora es cuando te respondo a lo de que cámara usas.
Primera sorpresa del día. Mi cámara lleva conmigo desde 2018. Esto quiere decir que en breve cumplirá 4 años. Bien, tampoco es tan espectacular… Aunque hay que tener en cuenta que el ritmo de reposición del equipo fotográfico a nivel profesional suele estar cerca de los 2 años.
Espera un momento, quiero rizar el rizo: mi cámara es una Canon EOS 100D, un modelo que salió en 2013 (hace ahora 8 años), lo que en términos de cacharros fotográficos quiere decir que es poco más que prehistorica. De hecho, al mes de comprarla yo ya salió el modelo que la reemplaza, la 200D.
Si en aquel momento era una cámara que comenzaba a estar desfasada, si hoy les sus especificaciones técnicas igual piensas “esta cámara no sirve”. No te voy a mentir, tiene sus limitaciones. En especial 3: el ruido al aumentar el ISO, que la pantalla es fija y en la velocidad de enfoque.
A pesar de todo esto, a mí me sirve de momento para el 90% de las fotos que intento hacer (e incluso algunos vídeos) y siento que tiene una grandísima ventaja. Dado su tamaño reducido, posiblemente tanto como muchas mirrorless, me permite ser terriblemente discreto a la hora de moverse por la calle.
Mis objetivos
En este apartado también voy a lo simple (y a lo pobre):
Actualmente tengo 3 objetivos:
- 18-55 mm de kit, aunque muchos digan que es un pisapapeles a mí me sigue salvando muchas situaciones (aunque admito que no es el objetivo ideal por su baja calidad óptica).
- El primer objetivo que compré es también uno muy habitual para todos los que tenemos Canon, el 50 mm 1.8 sobre el que no puedo decir nada que no se haya dicho ya sobre esta lente que cuesta menos de 200 €.
- Por último, el objetivo que pasa el 90% del tiempo en la bayoneta de mi pequeña réflex es el 24 mm 2.8 pancake. No es el mejor objetivo del mundo, de hecho tengo una cierta relación de amor-odio con la nitidez que es capaz de ofrecer, pero lo compensa por ser un objetivo increíblemente barato y pequeño que equivale a un 38 mm en full frame. Esto quiere decir que es un objetivo que tiene prácticamente el mismo campo de visión que el ojo humano y lo hace ideal para la foto de calle, porque está entre el 35 mm y el 50 mm. ¡Todo por, también, menos de 200 €!
Extras
Además del equipo reflex, tengo una cámara analógica que compré por 15€ en una tienda de segunda mano (y que creo que tiene el objetivo con hongos), se trata de una Werlisa Color que no uso mucho, pero que funciona perfectamente y me permite jugar y disfrutar de una forma diferente de hacer fotos.
También tengo un trípode muy ligero, de estos de 30€ que puedes conseguir en Amazon que rara vez utilizo salvo para cuándo grabo algún corto o algún vídeo.
Por último, utilizo un par de baterías extra para evitar quedarme sin batería y, en ocasiones, utilizo mi Huawei P smart 2019 para sacar alguna que otra foto, pero en la fotografía móvil aún me estoy adentrando.
Las limitaciones de mi equipo fotográfico
Como ves, cualquier equipo sirve para sacar fotos. Aunque eso no quiere decir que no tenga limitaciones. En mi caso, son un montón: una cámara que genera mucho ruido al pasar de ISO 800, un objetivo no de todo nítido, una cámara analógica sin exposímetro, con visor directo y hongos en la lente y más de los que en ocasiones me quejo.
He pensado muchas veces en cambiar el equipo, comprar una nueva cámara y un nuevo objetivo y, posiblemente termine haciéndolo en el futuro, pero por ahora siempre me contengo con la misma pregunta “¿de verdad, le has sacado ya todo el partido que puedes a esta cámara?” y la respuesta es siempre que no, todavía puedo sacarle partido y mejorar mis fotografías para llegar a un punto en el que una nueva cámara sea de verdad una necesidad.
Cuéntame qué te ha parecido la entrada en los comentarios y ¡nos vemos en 2 semanas con una nueva entrada!
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