¿Fotografía para todos? Por qué aprender fotografía no es tan fácil
Una de las primeras preguntas que se hace mucha gente a la que le gustaría aprender a sacar fotos es algo así como: ¿es difícil aprender fotografía?
Con la cantidad de cursos de fotografía gratis, baratos, para principiantes, etc. que existen hoy, parece que cualquiera puede ser fotógrafo en un par de días. Pero yo creo que aprender fotografía no es tan fácil. En esta entrada te doy mi punto de vista.
Evidentemente, no soy nadie y puedo estar totalmente equivocado, así que no dudes en comentarme si opinas diferente.
LA FOTOGRAFÍA NO ES PARA TODOS
Como alguien que ha aprendido fotografía con una extraña combinación de una asignatura de la universidad, cientos (quizá miles) de vídeos en YouTube y un año de formación profesional en la materia, a veces tengo la sensación, sobre todo en la plataforma roja, que la fotografía es algo fácil de aprender que cualquiera la puede dominar sin esfuerzo.
El mensaje es lógico, teniendo en cuenta que muchos canales de YouTube son la parte inicial de un embudo de ventas de cursos o servicios fotográficos. El problema es que una amplia mayoría de los espectadores no lo saben y salen con una idea equivocada de lo que implica aprender fotografía.
Es cierto que hay algo verdadero en la idea de que aprender y hacer fotos es fácil. La técnica básica necesaria para entender que hace cada rueda y poder manejar una cámara en manual se aprende en un fin de semana, o menos.
Pero esto es solo un primer paso, bastante pequeño. Aunque cuándo llegas te sientes en la cima. Es lo que se conoce como efecto Dunning Kruger
Todos hemos estado. Yo probablemente, aún estoy en mi descenso hacía darme cuenta de todo lo que me falta por aprender. Aun así, llega un momento en el que te das cuenta de que la fotografía es mucho, muchísimo más que 4 trucos y 2 filtros de Instagram.
La fotografía es un lenguaje completamente nuevo, que además se expresa mediante imágenes y no palabras. Como cualquier otro arte o profesión, necesita tiempo y un perfil de persona específico para poder extraer todo su potencial.
¿QUÉ SE NECESITA PARA SER FOTÓGRAFO?
Dentro de su kit básico, yo diría que un fotógrafo necesita, además de una vocación de hierro, tiempo y dinero (sobre todo en el mundo de la fotografía artística).
Hay algo importante a tener en cuenta, y es que la fotografía aunque cada vez está más democratizada, nació como una afición para las élites francesas del siglo XIX y, durante la mayor parte de su historia ha sido un medio dirigido a personas de clase media. Algo que apunta Susan Sontag en su libro sobre la fotografia:
«Desde sus inicios, la fotografía profesional significada en sentido propio una amplia suerte de turismo de clase, en la cal la mayoría de los fotógrafos combinaban repasos por la abyección social con retratos de celebridades o mercancías (alta costura, publicidad) o estudios del desnudo. Muchas carreras fotográficas sobresalientes […] se despliegan con cambios abruptos de nivel social y jerarquía ética en los temas. […] Viajar entre realidades degradas y encantadoras es parte del impulso mismo de la empresa fotográfica, a menos que el fotógrafo esté enclaustrado en una obsesión en extremos privada (como aquello de Lewis Carroll con las niñitas o lo de Diane Arbus con la corte de los milagros). […] Lo surreal es la distancia que la fotografía impone y franquea: la distancia social y la distancia temporal. Vistas desde la perspectiva de clase media de la fotografía, las celebridades son tan interesantes como los parias.»
Susan Sontag, Sobre la fotografía.
La fotografía, además de por el precio del equipo fotográfico, necesita recursos económicos. La práctica fotográfica requiere formación, inversión en copias o viajes y, sobre todo, tiempo libre. Es este último recurso el más importante y el más complicado de obtener.
Para fotografiar con un poco de cabeza, se necesita poder dedicar horas a contemplar obra de otros autores, leer fotografía y libros de teoría fotográfica, ver exposiciones. En definitiva, requiere un capital cultural bastante elevado, del que no todo el mundo puede disponer.
Si algo he detectado en los fotógrafos que admiro, es que piensan constantemente en imágenes y en su relación con el mundo que los rodea. Además, muchos de ellos, no cultivan solamente la fotografía, dominan o están en contacto estrecho con alguna otra disciplina artística. Viven tratando de encontrar entender las motivaciones y los procesos creativos propios y ajenos. Para ello, se necesita gozar del lujo del tiempo y la paciencia para poder aprovecharlo.
Y esto no es todo lo que requiere la fotografía. Como cualquier otra actividad artística, demanda estar en contacto con el mundillo del «arte». Esto quiere decir: estar en contacto con creativos similares, ver obra de colegas, acudir a talleres y workshops. Una amplia variedad de actividades que, una vez más, demandan tiempo y dinero. Aunque, todo hay que decirlo, también ofrecen una gran satisfacción personal.
¿SI QUIERES PUEDES?
La pregunta que me hago en ocasiones es ¿qué sentido tiene seguir fomentando una cultura de «si quieres puedes»? ¿A cuántas personas le estamos generando una enorme frustración por no ser capaces por no disponer del capital, económico o cultural, que se necesita para, al menos, poder aprender fotografía?
Yo he visto como una persona duraba menos de 3 meses en un ciclo formativo superior de fotografía. Una formación ofertada de forma gratuita por el Estado en la que, nada más comenzar, recibes 3 noticias que suponen cerca de 2.000 € de inversión:
- Necesitas una cámara. Tiene que disparar en RAW y tener objetivos intercambiables.
- Tienes que tener un ordenador decente, que te permita editar esas imágenes.
- Necesitas la suite de Adobe (todos sabemos que se puede obtener de forma ilícita, pero en esto también hay que saber como actuar).
El resultado es que alguna gente que quizá no está al 100% mentalizada de que quiere dedicarse a ello termina por abandonar antes de intentarlo tan siquiera. Aun así, seguimos inmersos en esta cultura de que si quieres puedes, cuándo no es real.
Me pasa algo similar cuándo entro en páginas web de grandes fotógraf@s y leo cosas como «a los 10 años me regalaron mi primera cámara». Lo siguiente que pienso es «joder, esta persona ha tenido toda su adolescencia para aprender, experimentar y equivocarse» (teniendo en cuenta que la adolescencia es el momento de mayor libertad en el aspecto temporal que tiene uno).
Esto mismo me ocurre con los másteres universitarios. Cuándo veo gente capaz de pagar 8.000 € o 10.000 € por 9 meses de formación. No les quito ningún mérito. Es más, estoy convencido de que la mayoría de estos alumnos han tenido que sudar, y mucho, para llegar a ahorrar lo necesario para poder formarse.
Aun así, una vez más me hace pensar que no todo es tan sencillo, que hay más factores que la mera meritocracia, siempre hay ciertos condicionantes y contextos. Por supuesto que se pueden superar, pero tampoco uno es menos si no lo consigue.
Con esto, quiero ser sincero por una vez, conmigo mismo y con cualquiera que pueda leer esta entrada. Inténtalo, con toda tu alma. Disfruta lo bonito del camino, pero asume que lo más probable es que no llegues a ningún sitio. No pasa nada porque lo importante es el recorrido por mucho que muchos te intenten vender que o eres exitoso o no eres nada. Olvida esa idea, la necesitan para venderte su forma de vivir, que posiblemente no sea la adecuada para ti.
¿ESTÁS LO SUFICIENTEMENTE LOCO PARA INTENTARLO?
Si aún con esto que te he comentado, sigues estando dispuesto a intentarlo, te felicito. Vas por el buen camino. Estás dispuesto a apartar las piedras que aparezcan en el camino y, aunque suponga un esfuerzo enorme disfrutar con el camino. ¡Enhorabuena!
Al final, una afición/profesión como la fotografía merece la pena cualquier esfuerzo porque surge de una vocación o pasión. Esto también es el arma de doble filo que contribuye para que sea tan difícil de monetizar y poner en valor como corresponde cualquier disciplina creativa o artística.
Como te comenté más arriba, yo todavía estoy comenzando ni particular camino de espinas, piedras, baches y zarzas; así que no puedo ofrecer grandes consejos sobre como hacerlo. Sin duda, lo que más me ayuda a la hora de seguir adelante es el intentar tener paciencia e ir con calma. Algo que me cuesta horrores debido a mi tendencia a la impaciencia. Algo que me viene de antes de la cuna, no en vano, quise nacer con 5 meses de gestación (me pararon los pies los médicos como es lógico).
Otro consejo que creo importante es que intentes rodearte de fotógrafos y otros artistas. Esto puede ser perjudicial para la salud mental en los momentos de crisis creativa colectiva, pero en los buenos momentos el tener una comunidad o un grupo con preocupaciones similares y una manera parecida de ver el mundo, es esencial para seguir adelante y mantenerse creativo.
Si te sientes con ganas de subirte a la locura fotográfica, te invito a que me sigas en redes sociales a través de los enlaces a continuación
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